Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Los sanfermines ante el espejo del Kumbh Mela, la celebración más multitudinaria del mundo

El pasado mes de febrero finalizó la celebración del Kumbh Mela, la festividad con más afluencia del planeta. Frente a la inmensidad de la celebración en India, los sanfermines parecen un juego de niños. 

Los sanfermines, empequeñecidos frente a los grandes eventos mundiales.
Los sanfermines, empequeñecidos frente a los grandes eventos mundiales. (GARA)

La ciudad de Prayagraj no alcanza por poco los cinco millones de habitantes y hasta hace unas semanas acogió la más importante de las celebraciones hindúes, el Kumbh Mela, que se celebra cuatro veces cada doce años, en función de ciertas alineaciones entre Júpiter, el Sol y la Luna.

Dura aproximadamente mes y medio y se terminó la semana pasada con helicópteros lanzando pétalos de flores. 

Hindúes bañándose en el río Sangam, en su confluencia con el Ganges. (Jalees ANDRABI | AFP)

La estimación es que 620 millones de personas acudieron al festival a bañarse en las aguas del río sagrado Sangam, como indica la tradición hindú, poco antes de que su desembocadura en el Ganges.

Así lo informó Narendra Modi, el primer ministro indio y gran propagandista de la religión hindú, que es la suya. Según Modi, la de este año ha sido la celebración del Kumbh Mela más multitudinaria hasta la fecha. 

La celebración tiene su origen en una leyenda que narra la lucha entre los dioses hindúes (devas) y los demonios (asuras) por un néctar que proporcionaba la inmortalidad. En esa pelea, cuatro gotas de néctar cayeron del cielo y una de ellas lo hizo sobre Prayagraj, de ahí que los fieles acudan a bañarse en el río de esa ciudad ansiando captar algo de aquella esencia milagrosa. 

Y desoyendo, por otra parte, a las autoridades sanitarias que advierten de la enorme proporción de residuos fecales presentes en el agua a causa de tamaña multitud humana. 

Un santón hindú participando del Kumbh Mela. (Niharika KULKARNI | AFP)

Establecer la asistencia a unos sanfermines no es nada fácil. Al fin y al cabo, ¿cuántos habitantes se van? ¿Cuántos foráneos vienen? El Ayuntamiento intentó calcularlo en 2022. 

En ese año, a través de un proyecto piloto que usó sensores para localizar dispositivos móviles diferentes en varios puntos de la ciudad, se estimó que la asistencia a los sanfermines fue de 462.000 personas y, en todo caso, siempre por encima de los 450.000. 

Eso entendiendo que la medición haya de basarse en visitantes únicos o, dicho de otro modo, personas diferentes que pasan por la ciudad uno o más días a disfrutar de la fiesta. 

Baño de agua sanferminera desde el balcón el pasado 6 de julio. (César MANSO | AFP)

El Ayuntamiento, en 2024, dio la cifra de 1,8 millones de personas. Pero hacía referencia a aquellas que acudieron a disfrutar de los distintos actos que organiza el consistorio, como los fuegos artificiales, los conciertos y las verbenas. 

Es, por tanto, un acumulado donde una misma persona se contabiliza en varias ocasiones. 

El acto más multitudinario de la fiesta es el txupinazo. La Policía Municipal hizo las pasadas fiestas una estimación de las personas que estuvieron en la Plaza del Ayuntamiento, calles aledañas o viendo el encendido del cohete desde una de las pantallas gigantes de Alde Zaharra a las 12.00 horas del 6 de julio de 2024. Calcularon que había 42.000 personas. 

En cuanto al origen de la fiesta, la historia de que San Fermín fuera el primer obispo de la ciudad goza entre los estudiosos de la misma veracidad que la historia de los devas contra los asuras. El tal San Fermín no existió. 

En cuanto a la celebración el día 7 de julio, también tiene que ver con el cielo, aunque más con las nubes que con los astros. Pero tiene un poco de las dos cosas.

El martirio de San Fermín se celebraba el 25 de septiembre, fecha en que llovía año sí y año también. Por este motivo, la ciudad escribió una carta al Papa rogándole el cambio de fechas, favor al que accedió en 1590. 

Los gaiteros desalojan una plaza del castillo abarrotada de jóvenes en 2025. (Iñigo URIZ | FOKU)

¿Por qué el 7 del mes 7? Quedaba bien. Tenía un punto cabalístico, dado la importancia que se da al número siete en la Biblia. Pero, por encima de ello, la fecha caía a mitad de la celebración de las fiestas francas de la ciudad, que arrancaban en San Juan (celebración cristiana del solsticio) y duraban un mes.

En muchas ocasiones, la sensación de gran afluencia en sanfermines se deriva de la relativa estrechez de las calles de Alde Zaharra. Se baraja, por ejemplo, que los corredores de un encierro entre semana ronden los 2.000 y, en los días más concurridos, esta cifra no llega a doblarse. 

Por otro lado, los movimientos de la gente por esas calles y, sobre todo, durante el txupinazo han ayudado a la ciencia a comprender el modo en que se mueven las personas en situaciones de gran aglomeración.

A la hora de comparar los sanfermines con otra gran concentración humana donde el leitmotiv sea puramente la fiesta, también estás lejos de ser lo más multitudinario de Europa. En el Oktoberfest de Múnich participan 6,7 millones de personas. 

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