El músico, reflejado en un escenario lleno de agua.
El músico, reflejado en un escenario lleno de agua. (Jon Urbe | Foku)
Antifascismo, seña de identidad vasca.
Antifascismo, seña de identidad vasca. (Jon Urbe | Foku)
Fermin Muguruza, en un gesto muy característico.
Fermin Muguruza, en un gesto muy característico. (Jon Urbe | Foku)
El apoyo a Palestina, una constante desde la tarde.
El apoyo a Palestina, una constante desde la tarde. (Jon Urbe | Foku)
Un momento de pausa.
Un momento de pausa. (Jon Urbe | Foku)
Fotografía por Palestina, para el mundo.
Fotografía por Palestina, para el mundo. (Jon Urbe | Foku)
Niña Coyote y Chico Tornado, caldeando el ambiente.
Niña Coyote y Chico Tornado, caldeando el ambiente. (Jon Urbe | Foku)
Una noche con mucho(s) mensaje(s).
Una noche con mucho(s) mensaje(s). (Jon Urbe | Foku)
Con Xabi Solano.
Con Xabi Solano. (Jon Urbe | Foku)
Al mal tiempo, buena fiesta.
Al mal tiempo, buena fiesta. (Jon Urbe | Foku)
Fermin ha desgranado himnos uno tras otro.
Fermin ha desgranado himnos uno tras otro. (Jon Urbe | Foku)
Intensidad bajo la lluvia.
Intensidad bajo la lluvia. (Jon Urbe | Foku)
Dam, hip-hop palestino en Anoeta.
Dam, hip-hop palestino en Anoeta. (Jon Urbe | Foku)
Música, imagen, color y baile.
Música, imagen, color y baile. (Jon Urbe | Foku)
Iker Gurrutxaga-Ramón Sola

Gaza y Madrid, Iñigo e Ituño, tormenta y revuelta; los momentos de Muguruza en Anoeta

40 años de recorrido coronados con casi tres horas de «akelarre antifascista». Ni la lluvia (la tarde-noche ha sido un diluvio constante) se ha querido perder de uno de los eventos musicales de este siglo en Euskal Herria: Fermin Muguruza en Anoeta.

Del concierto insumiso ante los juzgados de la calle San Martín de Donostia a Anoeta, el moderno estadio de fútbol, pasando por el tejado del gaztetxe Kortxoenea. Tres conciertos en una misma ciudad que hilan 40 años de trayectoria. Fermin Muguruza se ha atrevido a celebrar las cuatro décadas con un reto gigantesco: cantar en euskara ante 30.000 personas. Y con un festival completo que ha empezado a media tarde y ha acabado después de media noche, repleto de momentos inolvidables: un destilado de cuatro décadas y un legado para seguir avanzando.

DE ‘MAPUTXE’ Y ‘URRUN’ A ‘GORA HERRIA’ Y SARRI SARRI’

Fermin Muguruza ha subido al escenario cerca de las 22.00, en un anochecer muy gris, para ir intercalando clásicos de diferentes décadas y fases: Kortatu, Negu Gorriak, Brigadistak Sound System, ‘Euskal Herria Jamaica Clash’, ‘Black is Beltza’... Entre los primeros, ‘Hay algo aquí que va mal’, ‘Desmond Tutú’, ‘Nicaragua Sandinista’, ‘A la calle’, ‘After boltxebike’ puños arriba... y por supuesto ‘Sarri Sarri’ cerrando «porque aquí celebramos que Sarrionandia y Pikabea se escaparan el día de San Fermin. ¡Que se oiga hasta en Martutene!».

«ITUÑO LEHENDAKARI», GORKA URBIZU...

Para cantar el mayor himno de Kortatu junto a Muguruza ha subido al escenario la actriz y también cantante Itziar Ituño. «Es nuestra lehendakari», ha bromeado el músico de Irun. Algunos medios le habían interpelado en días precedentes sobre si Imanol Pradales iba a acudir al concierto, después del cruce de declaraciones público que tuvieron hace unos meses.

Además de Ituño han colaborado en el concierto otros nombres destacados de la escena musical y cultural vasca: Gorka Urbizu, que ha tocado ‘Maravillas’ en recuerdo de la adolescente navarra violada y muerta por los fascista, Xabi Solano, Lide Hernando, Jon Maia...

«NO PASARÁN» Y GALINDO

Toda esta gira, que aún seguirá después de Anoeta con otra gran estación en Iruñea en octubre, ha sido definida por Fermin Muguruza como «akelarre antifascista». Así ha presentado a Karlos Animal de ‘Non Servium’: «Sabemos que de 30.000 han venido 2.000 desde Madrid, desde ese cinturón rojo que dice a los fascistas que no pasarán».

También se ha acordado en voz alta de Enrique Rodríguez Galindo, el jefe del centro de torturas de Intxaurrondo que se querelló contra Negu Gorriak por una de sus letras. Ha recordado que aquella victoria judicial la celebraron en los 90 en el anexo Velódromo de Anoeta y ahora estaban tocando en el estadio, doble capacidad.

PALESTINA OMNIPRESENTE

Aunque a esa hora jarreaba auténticamente, tres horas antes de iniciarse el concierto se ha compuesto una foto de miles de personas con banderas palestinas. La causa de la machacada Gaza no ha sido perdida de vista ni un segundo. Las banderas han vuelto a aparecer en una vibrante ‘Yalah, Yalah Ramallah’. Entre quienes han ido caldeando el ambiente por la tarde estaba DAM, grupo palestino de hip-hop que lleva años acompañando –acompañándose mutuamente– a Muguruza.

El otro recuerdo omnipresente durante el concierto ha sido más personal, para Iñigo Muguruza, el hermano de Fermin y compañero de bandas fallecido en 2019. «Lo siento aquí más que nunca», ha reconocido desde el escenario.

LA EUSKAL HERRIA REBELDE Y SOLIDARIA

Akelarre, revolución, revuelta... A sus 62 años Muguruza mantiene intacta la capacidad de agitación y de empatía con diferentes causas. Los casi 30.000 asistentes al concierto, también. Como muestras las pancartas que lucían en el estadio: contra el genocidio palestino, por Euskal Herria como tierra de acogida, contra las agresiones machistas, por la vuelta a casa de los presos vascos, por el euskara, en recuerdo a Txiki y Otaegi fusilados hace 50 años, por el nuevo gaztetxe de Donostia, contra el proyecto de Museo Guggenheim en Urdaibai y la turistificación, en recuerdo a los hinchas vascos Iñigo Cabacas y Aitor Zabaleta, víctimas de un ataque policial y otro de ultras fascistas... Causas de ayer, de hoy y también de mañana.

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